ALMERÍA.- A últimas horas de la noche del pasado día 5, agentes de la Guardia Civil del Puesto Principal de Roquetas de Mar-Aguadulce rescatan de las aguas del puerto deportivo de Roquetas a una persona que se había arrojado al mar al encontrarse, al parecer, en estado de embriaguez.
Sobre las 23’45 horas, los operadores de la Central Operativa de Servicios (C. O. S. – 062) de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, reciben un aviso de la sala de coordinación del 112 informando de que una persona había caído al agua en el puerto deportivo de Roquetas de Mar, comunicando los hechos a una patrulla de servicio de la Guardia Civil que realizaba cometidos de seguridad ciudadana en la zona.
Rápidamente acuden al lugar donde observan a un varón, posiblemente en estado de embriaguez, que se encuentra consciente y nadando en la dársena del puerto, mientras profiriere gritos incomprensibles y sin sentido, negándose a recibir cualquier tipo de ayuda que le ofrecen tanto los vigilantes de seguridad del puerto, como los viandantes que pasean por el lugar y la de los agentes de la Guardia Civil desde su llegada.
En repetidas ocasiones, los agentes de la Guardia Civil intentan convencerle para que se aproxime al muelle y poder sacarlo del agua, comenzando éstos a temer por su seguridad, por su aparente estado y a la baja temperatura del agua, avisando a los servicios de emergencias.
Lejos de acatar estas sugerencias, comienza a nadar alejándose del muelle, realizando aspavientos con los brazos al tiempo que intenta evitar hundirse, comenzando a mostrar síntomas de agotamiento.
En repetidas ocasiones, tanto los agentes de la Guardia Civil como los allí presentes le lanzan aros salvavidas para que pueda asegurarse, continuando en su actitud, continuando alejándose a nado hasta una distancia de unos 30 metros del muelle, a una zona con poca luz que hacía aún más difícil su observación.
Sobre las 23’45 horas, los operadores de la Central Operativa de Servicios (C. O. S. – 062) de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, reciben un aviso de la sala de coordinación del 112 informando de que una persona había caído al agua en el puerto deportivo de Roquetas de Mar, comunicando los hechos a una patrulla de servicio de la Guardia Civil que realizaba cometidos de seguridad ciudadana en la zona.
Rápidamente acuden al lugar donde observan a un varón, posiblemente en estado de embriaguez, que se encuentra consciente y nadando en la dársena del puerto, mientras profiriere gritos incomprensibles y sin sentido, negándose a recibir cualquier tipo de ayuda que le ofrecen tanto los vigilantes de seguridad del puerto, como los viandantes que pasean por el lugar y la de los agentes de la Guardia Civil desde su llegada.
En repetidas ocasiones, los agentes de la Guardia Civil intentan convencerle para que se aproxime al muelle y poder sacarlo del agua, comenzando éstos a temer por su seguridad, por su aparente estado y a la baja temperatura del agua, avisando a los servicios de emergencias.
Lejos de acatar estas sugerencias, comienza a nadar alejándose del muelle, realizando aspavientos con los brazos al tiempo que intenta evitar hundirse, comenzando a mostrar síntomas de agotamiento.
En repetidas ocasiones, tanto los agentes de la Guardia Civil como los allí presentes le lanzan aros salvavidas para que pueda asegurarse, continuando en su actitud, continuando alejándose a nado hasta una distancia de unos 30 metros del muelle, a una zona con poca luz que hacía aún más difícil su observación.
Por el tiempo transcurrido en el agua, esta persona comienza a mostrar síntomas de flaqueza y debilidad, con pérdidas momentáneas de sentido y vómitos, por lo que rápidamente y sin demora uno de los agentes de la Guardia Civil se arroja al agua, desprendiéndose previamente de ropa y equipo.
Esta tarea la realiza el agente ayudado únicamente por la luz de las linternas que desde el muelle alumbraban la zona donde podía encontrarse el accidentado, logrando alcanzarle y elevar su cuerpo casi hundido, colocándolo en posición de seguridad en rescate acuático, labor que se complica debido a la corpulencia de ésta y a su estado de inconciencia, comenzado su traslado a una zona segura del muelle.
Con la ayuda de su compañero, y de los allí presentes, consiguen sacarlo del agua y colocarlo en posición de seguridad, de costado para que no se ahogue con la mezcla de vómito y agua que expulsa por la boca, iniciando las maniobras de reanimación cardio-pulmonar, con la que logran que expulse una importante cantidad de agua y comience a respirar, continuando con dicha maniobra hasta la llegada de la ambulancia, cuya dotación le asiste en la dársena y posteriormente le trasladan en estado semiinconsciente al Hospital del Poniente de El Ejido (Almería), donde quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Esta persona, que no portaba documentación en el momento del rescate, se trata de un varón de 40 años, de nacionalidad rumana.
Los componentes del equipo médico informaron a los agentes de la Guardia Civil que la rapidez y celeridad con la que realizaron el rescate y la correcta maniobra de reanimación, resultó fundamental para la vida del auxiliado.
Esta tarea la realiza el agente ayudado únicamente por la luz de las linternas que desde el muelle alumbraban la zona donde podía encontrarse el accidentado, logrando alcanzarle y elevar su cuerpo casi hundido, colocándolo en posición de seguridad en rescate acuático, labor que se complica debido a la corpulencia de ésta y a su estado de inconciencia, comenzado su traslado a una zona segura del muelle.
Con la ayuda de su compañero, y de los allí presentes, consiguen sacarlo del agua y colocarlo en posición de seguridad, de costado para que no se ahogue con la mezcla de vómito y agua que expulsa por la boca, iniciando las maniobras de reanimación cardio-pulmonar, con la que logran que expulse una importante cantidad de agua y comience a respirar, continuando con dicha maniobra hasta la llegada de la ambulancia, cuya dotación le asiste en la dársena y posteriormente le trasladan en estado semiinconsciente al Hospital del Poniente de El Ejido (Almería), donde quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Esta persona, que no portaba documentación en el momento del rescate, se trata de un varón de 40 años, de nacionalidad rumana.
Los componentes del equipo médico informaron a los agentes de la Guardia Civil que la rapidez y celeridad con la que realizaron el rescate y la correcta maniobra de reanimación, resultó fundamental para la vida del auxiliado.
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