Un portavoz del Presidente comunicó que hasta ahora cesaron sus actividades en el país ocho empresas de seguridad y que las armas y los equipos fueron incautados. Un mes y medio después de que el gobierno afgano dispusiera la disolución de las empresas de seguridad privada en Afganistán, fueron cerradas oficialmente las primeras compañías, se informó hoy.
Un portavoz del Presidente Hamid Karzai comunicó en Kabul que hasta ahora cesaron sus actividades en el país ocho empresas de seguridad y que las armas y los equipos fueron incautados.
Según esta información, también se ve afectada la controvertida empresa de mercenarios estadounidenses Blackwater, que mientras tanto actúa bajo el nombre de Xe-Services.
Karzai puso en marcha en agosto una ley que prevé la disolución de las empresas de seguridad hasta fin de año. En reiteradas ocasiones se acusó a personal de vigilancia privado de operar por fuera de la ley y de estar involucrado en asuntos criminales.
Según la disposición de Karzai, los empleados de estas empresas que están capacitados serán aceptados en la policía. A las embajadas, organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones internacionales se les permitirá tener personal de seguridad en sus recintos.
Pero fuera de los recintos, la seguridad será responsabilidad del ministerio del Interior afgano. Las empresas privadas ya no podrán proteger desde entonces a los convoys de la OTAN.
Según el ministerio del Interior afgano, en Afganistán fueron empleados hasta 40.000 personas en un total de 52 empresas de seguridad privadas. Dada la escalada de violencia en el país, el mercado vivió un auge en los últimos años.
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