DONOSTIA. Tras un atentado mortal los daños materiales quedan relegados a un segundo plano. No obstante, haciendo un frío balance del coste económico que han supuesto tantos años de conflicto armado, la cifra podría ascender a la friolera de 1.377 millones de euros entre los años 1993 y 2008, según información recogida en la web antiterrorista de la Ertzaintza y extraída del Informe de la Cátedra de Economía del Terrorismo de la Universidad Complutense de Madrid, cuyo autor es Mikel Buesa.
Viviendas particulares, casas cuartel de la Guardia Civil, sedes de partidos políticos y medios de comunicación, Juzgados de Paz, coches particulares, transportes públicos, cajeros automáticos... engrosan la larga lista de daños materiales causados en atentados terroristas.
Según el citado informe, el coste total de la seguridad entre 1993 y 2008 superaría los 856 millones de euros, mientras que la cifra referida a los daños materiales alcanza los 436 millones de euros. Por otro lado, las pensiones extraordinarias en el mismo periodo de tiempo han supuesto una partida de 67,1 millones de euros y los daños personales 17,8 millones.
En cuanto al gasto medio en materia de seguridad contemplado en los Presupuestos vascos, el departamento de Interior explicó a este periódico que sumadas todas las partidas (salarios de ertzainas dedicados a seguridad de personas, seguridad privada, seguridad de edificios, partidos políticos, sindicatos…), el Gobierno Vasco "tiene que destinar a combatir a ETA y a proteger a la ciudadanía de sus acciones criminales en torno a 250 millones de euros anuales".
Esta cantidad de dinero, puntualizan desde el departamento dirigido actualmente por Rodolfo Ares, "bastaría para hacer cada año cuatro hospitales, como el que se va a empezar en la Margen Derecha. O daría para pagar en dos años el soterramiento del ferrocarril en Vitoria. O pagar en menos de tres años el futuro metro de San Sebastián".
FUGA DE CAPITAL Y EMPRESAS
Millones de pérdidas
Las consecuencias económicas del terrorismo se reflejan también en la fuga de empresas y capital. Sin embargo, no existen datos oficiales respecto a esta materia. La patronal guipuzcoana Adegi, consultada por este periódico, asegura no disponer de ningún dato relacionado con esta pérdida de inversión.
Por su parte, desde el Ejecutivo vasco se remitían de nuevo al informe de la Cátedra de Economía del Terrorismo de Mikel Buesa, según el cual "el terrorismo ha ocasionado una pérdida muy importante de la inversión en el País Vasco, siendo sus efectos muy graves para la producción".
Concretamente, según este informe, la economía vasca se ha visto disminuida en un 20% anual del PIB. En total, el valor de la producción perdida a causa de ETA superaría los 150.000 millones de euros.
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