La empresa agrícola Hortofrutícolas Olé! ha denunciado ante la Guardia Civil de Abanilla la sustracción de dos toneladas de alcachofa los días 28 y 29 de diciembre en la finca de 20 hectáreas que posee la empresa en el paraje de Los Carrillos del municipio abanillero.
Los golpes se produjeron de madrugada, una furgoneta dejó a los cacos en las inmediaciones de la finca y aprovechando la oscuridad se escondieron entre la propia plantación para burlar a los tres agentes de seguridad privada contratados por la empresa. Poco a poco fueron cortando las matas hasta limpiar tres de las veinte hectáreas que abarca esta plantación, lo que supondrá a la empresa «unas pérdidas de 55.000 euros. Nuestra producción anual en Abanilla es de 9.000 kilos y han robado 2.000».
Las pérdidas económicas se unen a los retrasos que experimentará la propia producción tras el robo. La campaña de la alcachofa se prolonga desde noviembre hasta abril y «ahora debemos esperar entre mes y medio y dos meses para recolectar porque cortaron las matas sin mirar el tamaño». Lo peor de todo es que las alcachofas podrían no estar preparadas para el consumo humano, «podría no haber pasado el tiempo suficiente para comercializar y consumir las alcachofas, sin garantía sanitaria» advierte Antonio Miguel Ortuño, ingeniero de la empresa.
El problema se antoja grave porque al no haber discriminado el calibre, algunas de las plantas podrían haber recibido recientemente su ración de fitosanitarios, la establecida por ley, y «no habría transcurrido el tiempo suficiente para que la planta asimile los productos químicos». Las alcachofas robadas podrían salir a la venta en cualquier mercadillo semanal de algún municipio de la Región -incluso de la vecina provincia de Alicante-, puesto que esta empresa agrícola asienta sus fincas de producción entre Orihuela, la Vega Baja y Abanilla, para exportar sus productos a toda Europa.
Controles en mercadillos
«La alcachofa no lleva una marca y no podemos distinguirla», lamenta Antonio Ortuño, recordando que sólo en seguridad privada invierten 11.000 euros mensuales. La única posibilidad de recuperar la mercancía robada sería «buscándola en los mercadillos semanales», subraya el ingeniero al tiempo que pide que «refuercen los controles sobre los productos en los mercados como nos exige sanidad y la ley a nosotros».
El 'precio b' de salida al mercado de la alcachofa sustraída de gran calibre sería de 1,20 euros por kilo frente al precio real de 3,20 euros. En el caso de los ejemplares de menor calibre se les da salida fraudulentamente por 1,50 euros frente a los 2,50 euros del precio legal.
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