En el último año y medio se ha acentuado el control sobre el intrusismo
Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Subdelegación del Gobierno y empresas legales de seguridad privada en la provincia de Jaén intentan arrinconar a los 'piratas' del sector y a los 'matones' en las puertas de los negocios: supuestas empresas de servicios que ejercen funciones de seguridad sin personal debidamente formado y titulado y sin control alguno. En el último año y medio, Subdelegación del Gobierno ha abierto 35 expedientes por intrusismo, 22 de ellos por motivos 'muy graves' (contratación de 'piratas'). Fuentes de la administración del estado han explicado que la sanción mínima por esta infracción es de 30.000 euros, tanto para la empresa que presta servicios de seguridad privada sin estar habilitada para ella como para quien los contrata.
«Hay menos intrusismo, pero se denuncia más», decían ayer representantes de la Subdelegación en la III Convención de Seguridad Privada organizada por la Policía Nacional en Jaén. En 2006 se abrieron en la provincia seis expedientes sancionadores. La cifra se multiplicó por tres en un año, y en 2008 alcanzó ya los 25, de los que 16 fueron por infracciones muy graves. En los cuatro primeros meses del año se han abierto 10 expedientes, seis muy graves.
«Sí notamos que crece el intrusismo. Tiene ya una presencia brutal en el sector. Se nutren de clientes que no pueden soportar el coste de la seguridad privada y van a los intrusos, más baratos pero que no les ofrecen la garantía de buenos profesionales bien formados», dice Valentín Piñar, empresario del sector. Otros compañeros asienten a sus palabras. La escalada de la delincuencia sostiene la demanda de sus servicios, pero la presencia de 'piratas' les causa pérdidas importantes.
Más delincuencia
¿Ha aumentado el trabajo de las empresas de seguridad privada con la crisis? Los empresarios del sector indican que están recibiendo mucha demanda de información, y nuevos clientes que compensan los que se dan de baja por problemas económicos en sus empresas.
Antonio Quesada, director de seguridad de cajas de ahorro, habla de un «notable incremento» en lo que afecta a su sector. El número de asaltos a cajas aumentó un 27% en 2008 respecto al año anterior. «Sin embargo, el dinero robado sólo se ha incrementado en un 9% y esto es debido a que se van mejorando los sistemas de seguridad. Cada vez hay más equipos de reciclado de efectivo que además de bajar el importe disponible en caja aumentan la seguridad al disponer de sistemas más sofisticados. Esto ha hecho descender la media de importe robado por atraco en un 20%,
Además, las entidades financieras también han trabajado en cajeros automáticos y compras por internet con sistemas de seguridad con sistemas de seguridad que vigilan las operaciones que se realizan y catalogan todas las que puedan ser sospechosas, dando aviso instantáneo a las fuerzas de seguridad del Estado.
En las tiendas, la cosa está que arde por los hurtos y robos. Gabino Gutiérrez Bolívar, delegado de seguridad de centros comerciales, explicó ayer en la Convención de Seguridad Privada que «la gente que nos visita, tanto nacionales como extranjeros, conoce bien la diferencia entre delito y hurto», en referencia a la profesionalización de los delincuentes. En su puesto de trabajo tuvo días atrás un ejemplo: cogieron a un grupo de rumanos con alicates para arrancar dispositivos electrónicos de seguridad. Al salir, uno de ellos le dijo: «En nuestro país iríamos a la cárcel. Aquí no nos pasa nada».
Gutiérrez hizo ante varios centenares de profesionales de la seguridad privada que asistieron a la convención un llamamiento a extremar la profesionalidad en situaciones que exigen retener a un sospechoso de robo o hurto, para hacer cacheos superficiales, en el tratamiento de imágenes grabadas por cámaras de seguridad o en el uso de las defensas en situaciones violentas.
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